''El verdadero cristianismo es el amor en acción” (David O. McKay). Y este es el tipo de amor que norteamericanos y canadienses practican al venir a atender a futuros misioneros en Centro América. Smiles for Central America (Sonrisas para Centroamérica) es una brigada médico-dental que apoya y atiende a todos los futuros misioneros, y que además alegran los corazones de los niños de la Fundación del Niño con Cáncer, orfanatos y familias.
Estos doctores también dejan sus trabajos, escuelas y familias al venir voluntariamente a ayudar a estas personas. Ellos, como los futuros misioneros, atienden el llamado '' ...Si tenéis el deseo de servir a Dios, sois llamados a la obra...”, mencionando que sus corazones vienen llenos de ''fe, esperanza, caridad y amor, con la mira puesta únicamente en la gloria de Dios...'' (D. y C. 4:5).
Tuvimos la oportunidad de tenerlos en San Pedro Sula, Honduras a fines del año pasado, en la estaca San Pedro Sula, donde los doctores atendieron a los jóvenes de las estacas de la zona norte, y ejercieron su labor.
El visitar a los niños con cáncer en el hospital fue una experiencia especial para mí. La brigada es médico dental, lo que significa que los doctores vienen a arreglar dientes y hacer algunos chequeos médicos. Pero en esta visita al ver a estos mismos doctores vestirse de payasos y hacer globos, contar cuentos, hacer a los niños reír, etc., dejan entendido que hacen más, mucho más.
Como dijo la Madre Teresa de Calcuta: ''La enfermedad más grande es el no sentirse amado'', y estos doctores curan ese tipo de enfermedad, al hacer sentir a estos niños, futuros misioneros y familias: que Dios los ama y que son importantes.
Tocar corazones es un trabajo mucho más importante que cualquier otro. Durante esta semana muchos tuvieron la bendición de ver cómo estos norteamericanos y hondureños, incluyendo todo el equipo de traductores, de la comida, de limpieza, humanitarios, los técnicos y todos los líderes de los jóvenes que viajaron y los apoyaban, y cada persona que hizo posible esta brigada estuvieron ''...dispuestos a llorar con los que lloran; sí, y a consolar a los que necesitan de consuelo, y ser testigos de Dios en todo tiempo, y en todas las cosas y en todo lugar...” (Mosíah 18:9).
“Nosotros somos las manos del Señor aquí sobre la tierra, con el mandato de prestar servicio y edificar a Sus hijos. Él depende de cada uno de nosotros”.
Thomas S Monson