El recogimiento de Israel continúa

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Élder Hernández cuenta la importancia de ser partícipes en el recogimiento de Israel Photo credit: Élder José Hernández

Hemos sido enviados a la tierra en este preciso momento, para ayudar a recoger a Israel. No hay nada que esté ocurriendo en esta tierra ahora que sea más importante que eso...


Estando los discípulos reunidos en Galilea, en el monte donde Jesucristo los había ordenado, el Señor se acercó a ellos, los invitó a recoger Israel, de la siguiente manera:

 

“Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. (Mateo 28:19-20).

Desde entonces el recogimiento de Israel ha sido una prioridad importante para todos los discípulos verdaderos de Cristo. Nuestro amado profeta, Russell M. Nelson dijo: “El recogimiento de Israel es el desafío más grande, la causa más sublime y la obra más grandiosa sobre la tierra hoy en día” (véase Russell M. Nelson, “Juventud de Israel”, devocional mundial para jóvenes, 3 de junio de 2018, broadcasts.churchofjesuschrist.org).

Es nuestra responsabilidad divinamente señalada ayudar a recoger a Israel en ambos lados del velo, cuando participamos en esta prioridad profética tenemos mayor éxito. Me encanta el ejemplo de Amón y el rey Lamoni, en Alma 19:34-35 dice:

“Y he aquí, muchos declararon al pueblo que habían visto ángeles y habían conversado con ellos; y así les habían hablado acerca de Dios y de su justicia. Y sucedió que hubo muchos que creyeron en sus palabras; y cuantos creyeron, fueron bautizados; y se convirtieron en un pueblo justo, y establecieron una iglesia entre ellos”.

El presidente Nelson dijo: “Cada vez que hacen algo que ayuda a cualquiera, a ambos lados del velo, a dar un paso para hacer convenios con Dios y recibir sus ordenanzas esenciales del bautismo y del templo, están ayudando a recoger a Israel. Es así de sencillo”. (véase Russell M. Nelson, “Juventud de Israel”, devocional mundial para jóvenes, 3 de junio de 2018, broadcasts.churchofjesuschrist.org).

Al pensar en estas palabras, pensé en mi papá que falleció por COVID-19, no era miembro de la Iglesia. Ingresé la información de mi padre para realizar las ordenanzas en el templo.

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“...aprovechamos para enseñar el Evangelio a su esposa, invitamos a las misioneras para eso, semanas después fue bautizada”.

Nos estamos preparando para asistir al templo y poder realizar la ordenanza del matrimonio por la eternidad también. Hay un gran gozo en nuestros corazones y somos llenos del Espíritu Santo cuando participamos en el recogimiento de Israel.

  

Cuando amamos, servimos y compartimos nuestro testimonio y principios recogemos al Israel disperso, al hacerlo cumplimos con la promesa que el Señor le dejó su pueblo. El Señor prometió que Su pueblo del convenio sería algún día recogido. En Jeremías 23:3 dice: “Y yo recogeré al resto de mis ovejas de todas las tierras adonde las eché, y las haré volver a su redil; y crecerán y se multiplicarán”.

Al restaurar la Iglesia, se le dio al profeta José Smith el poder y la autoridad para dirigir la obra del recogimiento de Israel.

  

Hemos sido enviados a la tierra en este preciso momento, para ayudar a recoger a Israel. No hay nada que esté ocurriendo en esta tierra ahora que sea más importante que eso, no hay nada que sea de mayor consecuencia.

  

Al trabajar en recoger a Israel hay bendiciones, promesas y milagros, las bendiciones que recibiremos es volver nuestros corazones a nuestros padres y el de ellos hacia nosotros. Se nos promete que estaremos protegidos de la influencia del adversario, esta disminuirá en nuestras vidas. Veremos milagros porque habrá una conexión con nuestros antepasados, ellos nos ayudarán hacer la obra.

 

Al pensar en la promesa de milagros, pienso en la hermana María Dorotea Zavala, de 80 años, maestra jubilada, miembro de la Iglesia en Danlí, Honduras. Ella aceptó el reto de recoger a Israel por medio de la indexación y a sus 80 años aprendió de su hijo Elmer, a usar la computadora e indexar sus primeros lotes. Ahora está conectada con sus antepasados, ha despertado en ella su testimonio y el deseo de ayudar a recoger a Israel cada día. Al encender su computadora, el Espíritu de Elías se refleja en su rostro y es un ejemplo vivo de que podemos ayudar a recoger a Israel no importando la edad.

  

En nuestro objetivo de recoger a Israel podemos hacer algunas acciones: 

 

1. Invitar a un amigo, vecino, compañero de trabajo y/o estudio a leer el Libro de Mormón, podemos testificarle de su verdad e invitarlos a venir a Cristo.

2. Ayudar a un nuevo converso a cumplir con su segunda fecha bautismal, llenando sus cuatro generaciones e invitándolo asistir al templo lo más pronto posible para que realice los bautismos vicarios.

3. Llevar nuestras propias tarjetas al templo por nuestros antepasados.

  

Les testificó que estamos en la última dispensación de los tiempos, debemos apresurar la obra del recogimiento de Israel. Invitemos a todos los hijos de Dios en ambos lados del velo a venir a su Salvador y recibir las bendiciones del templo. En el sagrado nombre de nuestro señor Jesucristo. Amén.

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